El comienzo del siglo XXI trajo consigo el boom de la tecnología, como antes no se conocía. El uso de internet comenzó a dar pasos para luego tomar masividad y proponer una nueva realidad de la mano de un “universo” por conocer. Con el transcurso del tiempo y el desarrollo, se lo destacó como una gran revolución, siendo que su irrupción en la vida es de alto impacto, comenzando a hablar de la era de la digitalización.
La inteligencia artificial, plataformas digitales y nuevas dinámicas del acceso de la información hoy son conceptos totalmente adaptados y utilizados de manera cotidiana en la actualidad. En este contexto, se pueden hablar de diversos beneficios que trajo consigo esta era y en la gestión de patrimonios no se encuentra una excepción, pasando de un modelo tradicional a uno adaptado a los nuevos usos sociales.
Finanzas, digitalización y negocios: hacia un nuevo camino
Adaptarse a una nueva realidad es uno de los desafíos a los que se enfrentaron distintos sectores sociales, de negocios y personas particulares, con la irrupción de la tecnología que ganó terreno. La comunicación es uno de los elementos puntuales en el que esto se visibiliza a gran escala, pero también en las inversiones financieras.
Las plataformas digitales están a la orden de día en los dispositivos para adentrarse en el mundo de las finanzas y para abordar las necesidades de la sociedad. Lo que abre un nuevo camino tanto para los profesionales dedicados a las inversiones como a los inversionistas, ganado lugar entre los procesos tradicionales, y a las personas que encontraron herramientas para adentrarse en este mundo. Por lo tanto, la planificación financiera y las inversiones están atravesadas por un acceso masivo, sin perder la distinción de ser eficaces. Por ello, ambas partes tiene que ir al ritmo de los avances continuos.
Inclusión en la economía
En estos casos, se habla de una nueva apertura a partir de la digitalización, ya que hay un acceso inclusivo para aquellos en su momento no contaban con los recursos para la gestión de patrimonios. Se está frente a un beneficio en cuanto a las comisiones, siendo más bajas. Y además de contar con asesoramientos personalizados, se destaca la inserción de jóvenes a los negocios, siendo una generación atravesada por la tecnología y lo que ella les ofrece. Estos aspectos contribuyen a un nuevo escenario competitivo y analítico, debido al rápido acceso a los datos del mercado, lo que significa que el rol de los asesores se verá atravesado en poder asociarlos con las tendencias para reaccionar rápido a los cambios
Pese al gran avance en la era digital, en el mundo de los negocios se estipula que su funcionamiento será híbrido y no meramente virtual, con una combinación con las nuevas plataformas con el asesoramiento de la mano de una persona instruida para el trabajo. Este último aspecto alimenta a la competencia que se genera.
Los retos en la modernización en el mundo de los negocios
Los beneficios de la digitalización son altamente valorados, pero esta nueva era en el mundo económico también trae consigo cuestiones para mantener la alerta y responder a los desafíos, que se pueden presentar. La ciberseguridad y la, quizá, escasa interacción humano son dos de ellos.
La modernización está en constante evolución, y los ataques también. La distribución de datos sobre patrimonios y bienes pueden ser un foco sensible para los ciberataques, por lo que invertir en la seguridad es un foco importante para las empresas en búsqueda de mitigar los ataques y proteger a los clientes.
Y en este sentido se pone en valor el rol humano, ya que tanto ante estos posibles problemas como en asesoramientos, un asesor cumple un rol importante, porque el cliente está frente a la toma de decisiones. En muchas ocasiones no solo es una transacción económica, sino que puede estar atravesada por cuestiones emocionales.
Si bien se habla de los avances en las herramientas digitales en el mercado económico, no se trata de una tendencia momentánea, sino de un instrumento de uso constante, por lo que cobra importancia estar capacitado para estar frente a ellos, en un trabajo en conjunto. Las estrategias financieras continúan siendo el eje fundamental, a pesar de contar con la gran ayuda de la tecnología.