A finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, familias adineradas de Europa comenzaron a buscar servicios especializados para gestionar sus patrimonios. Las condiciones eran de seguridad y confidencialidad. A partir de ese momento el concepto de la banca privada comenzó a desarrollarse, y más tarde a expandirse por el mundo.
A lo largo de los años la bancarización se adaptó a las sociedades, y sus necesidades. En los últimos tiempos, continuó con su evolución atravesada por los cambios regulatorios y tecnológicos, sobre todo. En este sentido, sus servicios se comenzaron a adecuar a sus clientes, adaptándose, generando nuevas oportunidades y desafíos para la gestión de patrimonios.
La evolución de este sector generó nuevas oportunidades al momento de planear las finanzas con una estrategia para tanto proteger como para hacer crecer el capital. También, ha planteó nuevos escenarios en los que trabajar. En este contexto, el rol del profesional en finanzas en instituciones de este tipo comenzar a cobrar gran relevancia y prestigio en la sociedad.
La banca privada, el adiós al servicio tradicional
En un repaso por la historia del mundo financiero se indica que la banca privada surgió a partir de las necesidades de quienes tenían un alto poder adquisitivo y el trato hacia ellos, financieramente, era personalizado en búsqueda de proteger y planificar el uso de su patrimonio. A partir de entonces, se comenzó a expandir el servicio con cambios en lo que se ofrecía. Uno de ellos fue el lineamiento de una asesoría a base de objetivos.
En un principio, la inversión fue la herramienta más utilizada para la gestión patrimonial. Pero la planificación, filantropía, diversificación del capital y gestión de riesgos, aparecieron en la escena como instrumentos fundamentales en el servicio de la banca privada para los clientes, que dieron respuestas a aquellas necesidades, aggiornadas al contexto social y económico.
En este sentido, las regulaciones financieras fueron factores determinantes en los cambios que se dieron a través del tiempo respecto a la banca privada. Las crisis económicas llevaron a los diversos gobiernos a crear ajustarse a las situaciones en búsqueda de transparencia y control de riesgos. Este aspecto ha sido una de las grandes incidencias ante los clientes, quienes reciben cierta seguridad ante el cumplimiento de las normativas por parte de estas instituciones financieras. La gestión en sus manos le valió una buena reputación en el mercado.
La atracción de los clientes: el desafío de la mano de la evolución
Por supuesto que los desafíos en el área de las finanzas evolucionan respecto al contexto socioeconómico y cultural, debido a las necesidades de los clientes, y de allí la competencia entre las identidades. Pero lo cierto es que la irrupción de las tecnologías en el mundo también fue un eje irruptivo para estas instituciones.
En esta línea, hallaron en la inteligencia artificial, big data y automatización una herramienta para mejorar los servicios, brindando una mejora en las respuestas a brindar en un tiempo inmediato, como así también la automatización de los procesos a realizar. Este avance fue fundamental para su posición en el mercado, debido a que la misma tecnología que le brinda estos instrumentos son con las que compiten.
La gestión de finanzas en el mundo digital permitió darle acceso a la gestión de patrimonios a aquellas personas que no acceden a las instituciones tradicionales. De aquí la necesidad de la banca privada a brindar soluciones para este “vacío” que se había creado, y de esta forma se comenzó a brindar experiencias híbridas, del modelo tradicional con el digital. Por ejemplo, las criptomonedas son una de las grandes competencias de la banca tradicional, como una forma de inversión mundial.
No obstante, la competencia por atraer y retener a clientes es constante ante las innovadoras soluciones que se brindan en distintos marcos para la gestión de patrimonios, combinado con el desafío que presenta el actual escenario de incertidumbre económica mundial. La palabra adaptación traza por completo la gestión de las bancas privadas, debido a que si eso no ocurre al brindar un diferencial en sus servicios, los coloca en su lugar de brindar seguridad.