Educación financiera multigeneracional: preparando a los herederos para el éxito

Los herederos necesitan una preparación para el momento del comienzo de la gestión. Cuáles son las claves para comenzar con su educación financiera. 

La educación financiera es una herramienta para aplicar de forma diaria. Desde el análisis, la compra de un artículo, modos de ahorro hasta de los gastos necesarios. Pero al referirnos al mundo de las inversiones y preservación del patrimonio, se trata de un instrumento fundamental. Puntualmente, al hablar del bienestar financiero de las familias, es sumamente necesario educar a los herederos para la gestión de activos. 

La educación financiera multigeneracional es necesaria, como lo es planificación fiscal o la diversificación de las inversiones, durante la administración de patrimonio. Hay diversas maneras de asesorar a los futuros herederos, para gestionar su fortuna de manera responsable y tomar las decisiones adecuadas para minimizar pérdidas. 

La Importancia de la educación financiera con anticipación

La administración financiera puede tener sus dificultades ante la volatilidad del mercado o la falta de información. Y si de gestión de herencias se habla, esto puede darse como un hecho. Por ello, a sabiendas de que el futuro llegará con el manejo de patrimonios, es crucial que la educación financiera comience desde la temprana edad de los herederos. 

Los jóvenes herederos que son educados sobre temas básicos de finanzas personales, como el ahorro, el presupuesto y qué tipo de inversión realizar, desarrollan desde temprano una mentalidad financiera adecuada, que los acompañará a lo largo de su vida.

En este sentido, se estipula que, de acuerdo con el contexto digital en el que crecieron, la nueva generación de jóvenes tiene  menos conocimientos con los mecanismos de preservación de capitales que realizaron sus predecesores. Por ello, la educación financiera en la familia se debe  enfocar en los principios básicos, como en el contexto actual de los mercados y los desafíos a los que se enfrentarán.

De la participación a la educación, los ejes fundamentales en la gestión de herencias 

De los errores más frecuentes en las familias de alto patrimonio es no involucrar a los herederos en la toma de decisiones importantes, lo que puede derivar a que al momento que les toque ser los administradores cuenten con la falta de conocimientos y experiencias. 

En este sentido, la participación en la toma de decisiones puede comenzar con la inclusión de los herederos en las discusiones sobre la estrategia de inversión familiar o en las decisiones sobre proyectos de filantropía.

En concepto de “coaching financiero”, aplicar en esta etapa. Se trata de un asesoramiento por parte de gestores y padres, que son guía a través de la toma de decisiones para los herederos, se apela a que a través de la práctica y análisis de casos reales se puede transmitir conocimientos. De esta forma, se los incorpora al grupo y se busca comprensión acerca de cómo sus determinaciones afectan a futuro al patrimonio. 

No obstante, la educación financiera multigeneracional no se limita a enseñar técnicas y conocimientos, sino que debe estar orientada a transmitir valores y a fomentar la responsabilidad. 

En esta línea, algunas familias eligen crear espacios para que cada integrante involucrado tenga su lugar para comunicar sus opiniones y tener donde discutir las estrategias  a realizar. De esta manera, los herederos desarrollan un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia la riqueza familiar, además de adquirir habilidades para el liderazgo financiero.

Es crucial contar con apoyo de asesores financieros especializados para implementar una educación financiera efectiva y multigeneracional. Ya que no solo brindan conocimientos técnicos, sino que también ayudan a estructurar un plan educativo específico para cada miembro de la familia, teniendo en cuenta su edad, conocimientos y habilidades personales. 

De esta forma, este asesoramiento permite a las familias actualizarse sobre temas importantes como las inversiones sostenibles o los activos digitales. Y los herederos no solo estarán preparados para gestionar los activos actuales, sino también para adaptarse a un entorno financiero en constante cambio.