El uso de estas herramientas financieras son adaptadas a la necesidad del cliente al tener características y utilidades distintas.
A lo largo del tiempo, la gestión patrimonial adaptó nuevas herramientas, relacionadas con el contexto social y económico, en búsqueda de la preservación del capital y un crecimiento sostenido.
Los hedge funds y el private equity son clases de activos que tradicionalmente se utilizaban para inversores institucionales o de alto patrimonio, pero que actualmente son parte de una estrategia de gestión integral del patrimonio.
Cómo utilizar cada herramienta, según sus características
La baja rentabilidad de los activos tradicionales llevó a los gestores a buscar nuevas opciones en búsqueda de rendimientos más altos. En ese contexto, los hedge funds y el private equity tienen un papel importante, debido al cambio en su uso habitual.
Los hedge funds, tienen la característica de tener flexibilidad y ser adaptables a estrategias dinámicas, lo que permiten a los inversores tener oportunidades que los mercados tradicionales no pueden ofrecer, obteniendo resultados a corto o mediano plazo.
En cuanto a la estrategia de gestión patrimonial, se emplean como opción para una cobertura contra la volatilidad de los mercados. Se invierte en activos que cotizan en bolsa, como bonos o divisas.
En cambio, el private equity es una inversión directa de empresas privadas, que tiene como objetivo cambiar su valor a lo largo del tiempo. Esta gestión cuenta con experiencia operativa, apoyo estratégico y acceso a redes de alto nivel.
Además, permite un acceso a una clase de activos líquidos, lo que lo convierte en un gran pilar para los inversionistas que buscan generar riqueza intergeneracional.
En este sentido, es importante remarcar que los hedge funds pueden adaptarse a los objetivos de preservación y mitigación del riesgo, mientras que el private equity apoya las metas de crecimiento a largo plazo.
Incorporar estas dos estrategias a la gestión integral del patrimonio significa tener una estructuración alineada bajo objetivos puntuales. Por su parte, los gestores son los encargados de realizar la integración para que los activos se complementen con las metas financieras.
Cómo incorporar los Hedge Funds y Private Equity
Como en toda planificación financiera, se deben seguir pasos y tener en cuenta consideraciones para cumplir con el objetivo. Respecto a los Hedge Funds y Private Equity tienen particularidades en su aplicación.
En primer lugar, las dos herramientas necesitan una planificación fiscal adecuada, para optimizar los rendimientos y maximizar la eficiencia fiscal. La gestión de la liquidez es otra de las garantías que deben aplicar los gestores, y asegurar que el cliente cuente con fondos para emergencias o necesidades.
La evaluación y restructuración es el último de los pilares fundamentales para tener un registro del desempeño. Las estrategias de hedge funds pueden cambiar de un momento a otro, mientras que las inversiones en private equity requieren un monitoreo continuo para garantizar que las empresas cumplan con sus objetivos de crecimiento.
Los hedge funds y el private equity son parte del cambio de panorama en lo que se llama democratización de los activos alternativos. Ya no son herramientas solo para los grandes inversores, sino que se están convirtiendo en componentes esenciales de una gestión integral del patrimonio que busca combinar crecimiento, diversificación y preservación del capital.